Destrezas de un pescador de Galilea

Nov 20, 2023

 

Mar de Galilea

Mar de Galilea

Andrés, hermano de Simón, era de Betsaida y vivía en Cafarnaún, pueblo de la ribera del Mar de Galilea y era, como él, pescador. Después de la primera pesca milagrosa escuchó junto con los otros tres discípulos pescadores la llamada de Jesús, y “dejándolo todo, lo siguieron” (Lc 5, 11). Pero no había sido éste su primer encuentro con Jesús. Un tiempo antes, mientras era discípulo de s. Juan Bautista en el río Jordán, en Judea, junto con otro discípulo del que no conocemos el nombre, después de escuchar de su boca que Jesús era el Cordero de Dios, pasaron el día con él. Su generosidad primera, dejando su casa un tiempo y ayudando a Juan, facilitó su pronta respuesta a Jesús. Fue el primer discípulo llamado por Jesús y llevó a su hermano Simón junto al Señor ya que le dijo claramente “hemos hallado al Mesías, que quiere decir el Cristo, y lo condujo a Jesús” (Jn 1, 40-43). S. Mateo y s. Marcos presentan una versión diferente, la llamada al mismo tiempo de los dos hermanos: “Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar, porque eran pescadores. Entonces les dijo:”Seguidme, y os haré pescadores de hombres” (Mt 4, 18-19; Mc 1, 16-17). También nos narra el Evangelio que junto a Felipe presentó a varios griegos que querían “ver a Jesús” (Jn 12, 20-28). Vemos por tanto que era un discípulo generoso, que daba su tiempo magnánimamente ayudando a s. Juan Bautista; proclive a la fe, ya que llama Mesías a Jesús al poco de conocerlo, apostólico pues lleva a Pedro, al niño, cómo ahora veremos, y a los griegos a Jesús y por último pronto a entregar su vida totalmente a Jesús. 

Aunque había estado presente en muchos milagros, hay uno en el que su contribución es fundamental, la multiplicación de los panes y de los peces. Aunque el milagro es el único relatado en los cuatro Evangelios, es el de s. Juan el único que identifica a  Andrés como el discípulo que consigue los panes y peces con los que se hace el milagro. “Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»” (Jn 6, 1-15). Aquí se ve la capacidad de convicción de Andrés, pues consigue que el niño dé los alimentos a Jesús y su realismo, al darse cuenta de que no bastan los recursos humanos para dar de comer a una multitud de más de 5000 personas con esa pequeña cantidad de alimento. El hecho de que sea el evangelista Juan el que dice el nombre de Andrés en varias ocasiones, nos inclina a pensar que el discípulo anónimo de s. Juan Bautista, era el mismo evangelista, al que seguramente les unía amistad al vivir en el mismo pueblo y dedicarse a la misma ocupación.

La Llamada, altar en el Hotel Magdala

La Llamada, altar en el Hotel Magdala

Volviendo al relato de Juan, éste recoge las palabras de Andrés que especifican que se trataban de panes de cebada, aunque no dice la especie de pez entregada a Jesús. Ésta se puede deducir del texto original, si usamos el texto griego de la narración de Juan. Él usa la palabra opsaria (Juan 6,9, del original en griego, peces pequeños), en vez de ichthyes (peces) que usan los otros evangelios. Esta palabra procede de optos que significa condimento para alimentos y se usa especialmente para el pescado salado y seco (Diccionario Strong, 2007). De las especies de peces del lago de Galilea, solo una es de pequeño tamaño en estado adulto, la sardina del lago, Mirogrex terraesanctae (Num, 1989). Se trata de un pez pelágico que vive cerca de la superficie del agua del lago en grandes bancos y tiene unos 14 cm. de longitud media (fishbase.org). Es una especie autóctona y endémica del lago, como expresa la palabra terraesanctae que traducida del latín significa ‘de tierra santa’, que sólo vive en el país santificado por Jesús. Además de este motivo, está documentado el uso de esta especie salada como alimento habitual de la población, pues al pescarse estacionalmente y en grandes cantidades, la sardina se salaba (Num, 1989). Además, existen restos arqueológicos de la industria de salazón en Magdala, ciudad de la orilla del lago de Galilea, pues tiene un río salino (González Echegaray, 2000). Por último, en la práctica sería casi imposible alimentar con peces frescos a tan gran número de gente, pues no se podría hacer en un lugar descampado como el descrito por los evangelios un gran número de fogatas para asar tantos peces. 

Iglesia Duc in Altum, Magdala

Iglesia Duc in Altum, Magdala

En contra de su hermano Simón, de Andrés, según los Evangelios, sólo se pueden decir cosas positivas, siguió a Jesús con prontitud, habló con entusiasmo de Él, tenía capacidad de convicción, generoso, atento a los detalles y cultivó con Jesús “una relación de auténtica familiaridad, conscientes de que sólo en él podemos encontrar el sentido último de nuestra vida y muerte” (Benedicto XVI, Audiencia 14.VI.2006). Sin embargo, su hermano Simón Pedro fue el primer Papa, designado directamente por Jesús, a pesar de sus errores y pecados, siempre supo reconocerlos y decir “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”(Jn 21,17).

Por padre don Alfonso Sánchez de Lamadrid Rey

 

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